Salimos en el vuelo 1980 de Aerolíneas Argentinas, si la memoria no me falla. Llegamos al Aeropuerto de Barajas bien tempran por la mañana y Madrid nos recibió con un día soleado.
Pero la ciudad de Sabina quedaría para el final del viaje, ya que inmediatamente nos tomamos un vuelo de Span Air hacia Barcelona. Allí llegamos alrededor de las 11.
El Aeropuerto tiene una gigantesca escultura de Botero, un caballo. Lo pasamos cuando íbamos a tomar el bus hacia Plaza Cataluña, desde dónde iríamos a buscar el hostel en el que nos quedaríamos al menos la primer noche. Ideal Youth Hostel es el nombre del bulo que teníamos reservado.
Caminar por la rambla de Barcelona en dirección al mar es ver a la ciudad toda en pocos minutos, con su gente alegre de todos los colores, sus puestos de diarios y el ambiente festivo en las terrazas de los bares. Y a la alegría natural del español se le sumaba el reciente triunfo del Barça sobre el Arsenal en la final de la Champions League.
Flor de fiesta se habían hechado los catalanes pocas horas antes. El festejo todavía duraba en las innumerables banderas del Barça y de Catalunya colgadas de los viejos balcones.
"Calle Unió 12" era la dirección. Era difícil pasarse: a una cuadra del Hostel está la bajada Liceu del subte y el mismo Liceu, que sabran quienes estuvieron, no pasa fácilmente deapercibido. Pero estábamos tan asombrados que con mochila y todos nos pasamos y casi llegamos hasta el mar.
Vimos --de lejos- el monumento a Colón sobre la Avenida Paseo Colón.
Pero la Casa Rosada no estaba a nuestras espaldas.
Pero la ciudad de Sabina quedaría para el final del viaje, ya que inmediatamente nos tomamos un vuelo de Span Air hacia Barcelona. Allí llegamos alrededor de las 11.
El Aeropuerto tiene una gigantesca escultura de Botero, un caballo. Lo pasamos cuando íbamos a tomar el bus hacia Plaza Cataluña, desde dónde iríamos a buscar el hostel en el que nos quedaríamos al menos la primer noche. Ideal Youth Hostel es el nombre del bulo que teníamos reservado.
Caminar por la rambla de Barcelona en dirección al mar es ver a la ciudad toda en pocos minutos, con su gente alegre de todos los colores, sus puestos de diarios y el ambiente festivo en las terrazas de los bares. Y a la alegría natural del español se le sumaba el reciente triunfo del Barça sobre el Arsenal en la final de la Champions League.
Flor de fiesta se habían hechado los catalanes pocas horas antes. El festejo todavía duraba en las innumerables banderas del Barça y de Catalunya colgadas de los viejos balcones.
"Calle Unió 12" era la dirección. Era difícil pasarse: a una cuadra del Hostel está la bajada Liceu del subte y el mismo Liceu, que sabran quienes estuvieron, no pasa fácilmente deapercibido. Pero estábamos tan asombrados que con mochila y todos nos pasamos y casi llegamos hasta el mar.
Vimos --de lejos- el monumento a Colón sobre la Avenida Paseo Colón.
Pero la Casa Rosada no estaba a nuestras espaldas.
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